El 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, la ciudad de Panamá fue testigo de una manifestación de unidad y resistencia. La caminata, que partió desde el emblemático parque Belisario Porras, fue una muestra de solidaridad con los compañeros del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), cuyas cuentas bancarias fueron cerradas arbitrariamente por la estatal Caja de Ahorros. Esta medida es una represalia de las élites económicas y las mafias financieras contra los patriotas que, en octubre y noviembre del año pasado, defendieron en las calles el rechazo a la minería metálica a cielo abierto, que despoja a nuestro país de sus recursos naturales y destruye la naturaleza para beneficio de unos pocos.
Una de nuestras principales demandas fue la expulsión inmediata de la transnacional canadiense First Quantum, después de que la Corte Suprema de Justicia declarara inconstitucional el convenio suscrito con el Estado panameño a finales del año pasado. Esta victoria jurídica es un paso significativo en nuestra lucha por la soberanía de nuestros recursos y la defensa del medio ambiente.
A 138 años de la histórica gesta de Chicago, donde los héroes y mártires del movimiento obrero estadounidense promovieron una huelga general en demanda de una jornada de ocho horas y enfrentaron una brutal represión, rendimos homenaje a esta lucha con nuestra presencia y determinación en las calles. Este homenaje no solo recuerda las batallas del pasado, sino que también resuena con nuestras luchas actuales por justicia y dignidad laboral.
El panorama laboral en Panamá presenta desafíos significativos. Según la última Encuesta de Mercado Laboral publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec) en agosto de 2023, la tasa de desempleo se ubicó en 7,4%, con una población desocupada de 155.625 personas. El desempleo juvenil (15-29 años) sigue siendo alarmante, representando el 54,3% del total. Además, la tasa de desempleo para las mujeres es del 8,8%, mientras que para los hombres es del 6,1%. La informalidad laboral afecta al 48,2% de los trabajadores, reflejando la precariedad del empleo en el país.
Exigimos atención urgente al elevado costo de vida que afecta a los panameños, rechazamos firmemente el aumento constante del costo de servicios esenciales como la energía eléctrica y el transporte, que impactan directamente en el presupuesto familiar de los trabajadores.
También defendemos enérgicamente la integridad de la Caja de Seguro Social y rechazamos cualquier intento futuro de privatización de servicios fundamentales. Demandamos la reapertura de las cuentas bancarias de Suntracs.
La jornada del 1 de mayo en Panamá fue una poderosa muestra de solidaridad y lucha clasista. Unidos enviamos un mensaje claro: la defensa de los derechos laborales y sociales es innegociable, y juntos continuaremos enfrentando cualquier obstáculo que las élites económicas y políticas intenten imponer.
¡Adelante compañeros, la lucha sigue y la victoria es nuestra!